Tengo un amigo, experto, gran profesional en esto del diseño, posicionamiento y cosas de las entrañas de las páginas webs, redes sociales y demás, que me dice que hay que escribir para poder captar al público y atraer suscriptores a tu web.
Bien. Si quieres tener clientes, eso es cierto. Si nadie llega a tu web y te lee… mal vamos. Bueno, peor iríamos si nadie contrata tus servicios, claro está.
Pero mira, me he venido arriba y no voy a escribir pensando en posicionamientos, clientes, ingresos…
No, hoy no. Y digo que hoy no, aunque esto lo leas en unos meses, en un años o mas, después de haberlo publicado porque, siendo fiel a mi forma de ser, hoy voy a escribir para abrirme en canal.
Sé que alguna vez lo he hecho, pero hoy tengo la necesidad. Y créeme si te digo que es una cosa que deberíamos hacer todos. Abrirse en canal, digo.
La escritura, como el hablar con alguien, es terapéutico, y en este momento me voy a poner ha hacer terapia.
Por mucho que uno sepa de herramientas para salir adelante en la vida, como ser humano que soy, tengo mis días de estar perdido. Y no me da miedo ni vergüenza decirlo. ¿Porqué debería darme? Como he dicho, soy humano. Como tu y como todos.
En mi proceso de vida, que ya iría rondando la mitad de lo que, por la medía de años que vivimos, iría yo, siento que todavía no he encontrado mi lugar en el mundo.
Y no me refiero a sentimentalmente, que estoy maravillosamente, sino a mi lugar de espacio, de donde vivir e, incluso, de que hacer.
Profesional de coaching, con formaciones varias de crecimiento personal, con más de 20 años de experiencia en el sector audiovisual, emprendiendo en otro país como profesor de catalán, aprendiendo el idioma nativo de aquí y sin que te den una oportunidad hasta que no lo hables perfectamente…
En fin, que con las dificultades que te pone la vida, a uno le van minando la moral. ¿Cuál es mi objetivo? Encontrar mi lugar en el mundo. Parece sencillo, ¿no?
Sólo tienes que adaptarte en donde estás y ya está, pero… ¡ajá! ¿y que pasa cuando sales de tu zona de confort?
Pues que se lía la cosa, empiezan las emociones fuertes y no sabes que puede llegar a pasar y todo deja de tener control.
A ver, te reconozco que recomiendo 100% salir de tu zona de confort, vamos, que debería ser obligatorio.
Pero esa recomendación no quita que tengas tus momentos de estar en el limbo.
¿Y eso es malo? Te preguntarás. Hombre, tienes tus momentos de incertidumbre y agradables no son, pero te ayudan a crecer como persona.
El post se llama el arte de ser puro arte.
Bien, el título viene dado por esas capacidades que tenemos y están por explotar. ¿Cuántas veces has dicho que te gustaría dedicarte a esto o a aquello y no lo has hecho por miedo? ¿Cuántas veces, de una afición, ha podido salir una profesión?
Como ya sabrás, vivimos en una vida donde la reconversión profesional está a la orden del día. El trabajo para toda la vida ya no existe y, que quieres que te diga, con todas las capacidades que tenemos como seres humanos que pena no aprovecharlas, ¿no?
Seguro que te gusta tallar la madera, coser, trabajar el mimbre, el macramé, cocinar, realizar cualquier manualidad, arreglar remiendos, enseñar idiomas, tocar la guitarra o el ukelele…
Todas estas pequeñas aficiones, son trabajos de verdad, de la vida misma. No voy a ser yo el quien diga que con cualquiera de estos ejemplos uno no se puede ganar la vida.
Las tecnologías están muy bien porque nos unen, pero siento que también nos separan y, tal vez porque ronde la mediana edad, pero echo de menos esos trabajos artesanales de antaño, esas tiendas en los barrios y que deberían de volver como agua de mayo.
Y deberían de volver como los pequeños comercios, las mercerías, las tiendas especializadas en paraguas, sombreros, en muebles, en artesanía…
Al final va a ser verdad que el coaching me pone sensiblón. Bueno, más que el coaching, el saber que la gente llega a conseguir sus sueños, a priorizar su felicidad por delante de lo que dicte la sociedad.
Y cuando me refiero a los que dicten la sociedad, me refiero a esos que dictan los cánones de belleza y otras estupideces, no a ti y a mi.
Ser libres para ser, estar y decidir que quiere uno hacer. Ese es el puro arte.
Y el ARTE se escribe en mayúscula para que se oiga bien.
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