Desde hace poco más de un año vivimos una situación insólita.
Inimaginable.
Horrible y desesperante.
Esta situación a podido causar dolor, miedo, angustia, ansiedad, agobio, desequilibrio personal o laboral, inseguridad…
Si ves todas las palabras que he puesto, y aún podría poner más, todas tienen una sensación en común.
Yo denominaría a esta sensación: caminar por la vida por una cuerda floja.
Esta pandemia ha afectado, tanto a personas que han perdido un familiar o amigo, como a los que no han perdido a nadie.
En mayor o menor medida, es una situación que no podemos controlar.
No sé cuando pasará el COVID.
Es más, creo que debemos aprender a vivir con él.
Pero para llegar a eso, hay que trabajar mentalmente en ello y aceptarlo.
Todo lo que te he dicho arriba (miedo, dolor, angustia, ansiedad, agobio…) se puede trabajar.
Hace un par de días escuché por las noticias que, de media, hay 10 suicidios al día en España.
De eso no se habla muy a menudo.
De eso no se dice nada.
Son las muertes silenciosas.
Los efectos colaterales del COVID.
La cabeza es tan potente o más que el propio corazón.
Hay que cuidarla.
Los pensamientos, hay que cuidarlos.
Los pensamientos negativos, hay que trabajarlos porque no nos hacen bien.
En la misma noticia decían que hacían falta psicólogos para poder afrontar esta situación porque no daban abasto.
Faltan recursos en la sanidad para poder abarcar lo que está ocurriendo.
Hay alternativas para la psicología para poder cambiar esos pensamientos que nos condicionan o nos determinan hasta llevarnos al punto del suicidio.
¿Porqué llegamos a ese punto? ¿Tan desesperante pueden llegar a ser las cosas que le pasan a uno para optar por la última de las soluciones?
También te digo que nunca es la mejor de las soluciones.
Seguramente hay muchos, muchísimos casos desesperantes, por eso, las personas que viven esa situación hay que darles ese acompañamiento que necesitan para que sepan que no están solos y afrontarlo.
Después de ponerte al día de como está la situación de la causa colateral que está provocando el COVID y que poco se habla en los medios de comunicación, quiero hablarte de esta otra alternativa a la psicología clínica.
La Programación Neurolingüística, también conocida como PNL, es un trabajo de reprogramación cerebral.
Dicho así suena a algún capítulo de la serie de House, Anatomía de Grey o alguna de estas series de médicos que tanto me gustan.
Pero no, habla de otro tipo de reprogramación.
A ver, que con esto no me refiero a hacer un reset al cerebro como si fuera un ordenador, olvidar todo lo que ha pasado en tu vida y empezar de cero, ¡eh!
Me refiero al hecho de darle otra visión y desde otro punto de vista.
Aunque no lo sepas. TÚ tienes recursos.
¡Y muchos!
Pues vamos a utilizarlos, ¿no?
Digo “vamos” en plural porque a veces no sabemos que los tenemos y ni como utilizarlos, por eso necesitamos de un profesional que nos ayude en todo esto.
Mientras estudiaba Coaching y PNL, aprendí a ver las cosas desde otro punto de vista, y no ya poniéndome en el lugar del otro, sino incluso, saliéndome de la escena del problema y viéndolo desde otra perspectiva.
Voy a ponerte un ejemplo:
La situación X.
Yo la veo triste, desesperante, apático, sin fuerzas ni ganas, alicaído, con miedo, ansiedad…, pero…
¿Cómo la ve mi pareja?
¿Y mi familia?
¿Y mis amigos?
¿Qué harían ellos?
Y yo, ¿Qué puedo hacer al respecto?
Ahora, si estás en la misma situación, hazte tu la pregunta: Y tu, ¿qué puedes hacer al respecto?
Todo lo descrito arriba, los miedos, la ansiedad, la angustia, la tristeza…, se puede trabajar con la Programación Neurolingüística (PNL).
Las sesiones de Coaching y la PNL son una combinación perfecta que te puede aportar mucho más de lo que esperabas.
Y si digo esto, es porque yo lo he probado en mis carnes antes de haberme formado como profesional de ello.
Por eso te hablo desde la formación y desde la experiencia personal.
Tenemos recursos, conocimientos, experiencia, sabiduría… que, en momentos que estamos al límite no nos damos cuenta.
Estamos cegados por el problema en sí, es como si nos hubieran puesto una venda en los ojos por eso, desde fuera, como lo pueden ver nuestros amigos o familiares, o incluso como lo podría ver un desconocido, se puede ver desde otra manera y con otra visión más objetiva.
Un profesional de la PNL te ayuda y te guía para analizar y observar que pasa dentro de ti.
Hay muchísimas herramientas para poder llegar a que TÚ le des otra visión a esa circunstancia.
El covid, pensemos que ha venido para quedarse, y una vez sabiendo esto, o creyendo esto (porque esto que te acabo de decir es una creencia mía ya que no soy adivino ni médico especialista en virus) me adapto a él, a las circunstancias, al entorno, a las restricciones.
A esta nueva manera de vivir.
En un tiempo, todo será normal para nosotros porque nos habremos acostumbrado a la situación. La nueva normalidad, se convertirá en LA NORMALIDAD, y punto.
Como te decía la PNL ayuda a dar una vuelta de tuerca a esos pensamientos del día a día que nos atormenta para dar otro sentido más positivo a nuestra vida.
La psicología es maravillosa.
La PNL también.
Y el Coaching.
Y la Meditación.
Y todo lo que nos haga superar nuestras dificultades del día a día.
Todo lo que ayude psicológicamente a las personas a estar mejor consigo mismas es maravilloso.
Pero quería decirte que hay otras alternativas que te pueden ayudar, si es que crees que necesitas un empujón, para seguir llevando el día a día de esta “nueva normalidad”.
Esta ha sido la historia de la vida real, de la vida que nos rodea.
Adáptate a ella y disfrútala.
Vivir es un regalo y debes de permitirte el lujo de disfrutarlo en plenitud.
P.D.1: Si crees que necesitas la ayuda de un profesional, por favor, no dudes en acudir a él.
P.D.2: Por cierto, en el título he querido hacer honor a ese viejo anuncio de Coronado y sus yogures que mantenían el bifidus activo a raja tabla.
Javier Savas