El valor de darse valor

En gran parte de mi vida he estado perdido. No he sabido encontrarme, ni en el campo personal ni en el campo laboral. Buscaba recurrir a sueños que me motivaran a hacer o ser algo que en mi cabeza era una maravilla, pero que nunca se ejecutaban en mi realidad.

Esa realidad me comía por dentro.  Después de trabajarme, me di cuenta que por mucho que me hubiera trabajado, nunca sería suficiente. No conseguía darme valor. Valor a mi mismo como persona. Ya no os hablo como profesional. Me di cuenta que querer alcanzar ese valor a saber y sentir que yo podía, era necesario para seguir adelante. Y no importaba para que lo quisiera utilizar, simplemente lo necesitaba.

Ese valor corría delante de mi como un tren que se me escapaba en una estación. Ese tren partía sin mi. Ha su hora. Sin esperarme. Cada vez iba más rápido, aunque yo también para poder alcanzarlo. Cada vez lo veía mas cerca, pero no me quería engañar mucho a mi mismo, porque nunca conseguía acercarme. Tenía una velocidad tan constante que por mucho que lo sintiera casi rozándolo con la punta de los dedos, siempre acababa escapándose.

Un día llegó a mi cabeza una reflexión: ¿y si en vez de focalizarme en ese tren, en ese propósito “inalcanzable” no me focalizaba en disfrutar los pasos que estaba dando para alcanzarlo?

Sabía que tener un objetivo era necesario para seguir en este camino de la vida, pero no iba a esperar a conseguir lo que quisiera para disfrutarlo. Al final de todo, una vez conseguido, ¿qué nos queda? Pues nos queda lo más importante y es todo lo aprendido hasta llegar a él.

A esta reflexión llegue después de mi formación de Mindfulness en la que lo principal es DISFRUTAR EL PRESENTE y, sobretodo ESTAR PRESENTE.

En mis casi… años de vida que tengo, he querido y deseado muchas cosas. He soñado sin parar y he trabajado para conseguir algunas de esas cosas. No he conseguido todo lo que quería pero yo sabía que tampoco podría conseguir todo.

Esta formación de Mindfulness, que estaba basada en el método de Jon Kabat-Zin, el método MBSR, y más concretamente en el Mindfulness Basado en la Reducción de Estrés, me di cuenta todo lo que agotaba mis energías día a día pensando en todo aquello que quería y no existía en mi presente.

Me agotaba hasta tal punto que nunca me ponía en marcha para conseguir mi objetivo porque estaba tanto tiempo en mi cabeza, disfrutándolo, que no me daba cuenta que me podría pasar una vida entera así viviendo un placer ficticio.

¿Realmente me hacía feliz el objetivo que deseaba? Si era así, ¿porque no trabajaba para conseguirlo? Fácil, no tenía valor. Me faltaba el coraje para enfrentarme a los juicios ajenos, a mis creencias limitantes, a mis inseguridades…

Gran trabajo me tenía que hacer para superar todos esos auto-sabotajes que tenía. Pero hice ese trabajo. Lo hice y, gracias a él, ahora disfruto de mi presente.

Y ese trabajo que hice, fue un regalo que aprendí del Mindfulness, de la meditación, de la toma de conciencia, de disfrutar el presente, de darme valor como persona. Pero también fue un regalo que aprendí de mis otras formaciones como la Programación Neurolingüística (esta formación fue mi gran amor) y del Coaching. Y no me quiero olvidar de la Terapia del Sonido que, después de estar casi 20 años vinculado al mundo audiovisual, cambié el sonido de los aparatos por el sonido de los cuencos tibetanos.

Todas estas formaciones las estudié para darme valor, como persona y como profesional.

Aunque haya estudiado todo esto para dar servicio a los demás y poder guiarlos en sus dificultades, créeme si te digo que estas formaciones fueron una muy buena terapia para mi mismo. Tanto es así que espero ser el eterno estudiante y seguir formándome en este campo del crecimiento personal porque, aunque tan solo haya puesto un granito de arena de conocimiento dentro de mi, todavía me queda mucho por aprender.

¡Y bienvenido sea este aprendizaje!

Y después de todo esto, ¿cómo podrías darte tu valor?

Te daré algunas pistas:

  • Tomando conciencia de quien eres
  • Pensando en tus experiencias (buenas o malas, no importa porque de TODAS habrás aprendido algo)
  • Pensar hacia donde quieres llegar.
  • Olvidarte de los juicios ajenos destructivos (todo el que te diga que no sirves, que no hagas eso, que es difícil…, olvídalo. Opiniones CONSTRUCTIVAS SIEMPRE)
  • Dar VALOR a los pros y los contras (me encanta meditar mis decisiones con una balanza en la mano)

Con estas cinco pistas que te he dado, seguramente ya te he dado para pensar un poco. Tomar decisiones no es fácil. Lo fácil es quedarse parado y no hacer nada, pero así, no conseguiremos mucha cosa.

Como digo alguna vez, a esta vida hemos venido a juga, ¿no? ¡Pues juguemos!

En este post me quiero despedir invitándote a darte valor. No importa en que, si personal o profesionalmente. Si lo ves difícil pero todavía no estas preparado o preparada para contratar mis servicios para poder ayudarte, no te preocupes.

Puedes suscribirte aquí abajo, ¡ES GRATIS!

Tal vez, con los mails que recibas de todas las cosas que te quiero contar, encuentres ese valor. Y sino, siempre habrá un lado positivo a todo esto y es que me podrás conocer un poco más y, quien sabe, tal vez después de conocerme quieras hacerme partícipe de tu crecimiento personal.

Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y entender que tus datos están seguros, debes leer y aceptar la política de privacidad. Tus datos serán guardados en Mailerlite, proveedor de email marketing. Mailerlite también cumple con el RGPD, así que todo está protegido y amparado por la ley." la política de privacidad. Tus datos serán guardados en Getresponse, proveedor de email marketing. Mailerlite también cumple con el RGPD, así que todo está protegido y amparado por la ley.